A veces la vida nos envuelve tanto, que no nos deja ver lo que realmente vale la pena. A veces nos cegamos con el día a día, nos cegamos en el entorno en el que vivimos, nos cegamos en los sentimientos, y vivimos sin detenernos ni siquiera unos minutos para saber que estamos haciendo o lo que sentimos; o para reconocer al menos al verdadero amor, o para dar las gracias, ofrecer una disculpa o para perdonar. Y es hasta cuando vienen las tristezas, cuando nos sentimos detenidos o cuando nos pasa algo, que no sabemos porque y no sabemos expresar lo que sentimos; entonces hablar, llorar o sanar se vuelve complicado y en ocasiones imposible, estamos bloqueados; porque nadie nos enseñó a expresarlo, porque nos reprimieron el llorar y nos reprimieron el sentir; y nadie nos dijo a que así también se crece en la vida; y si a eso le sumamos la historia familiar que nos envuelve, a veces sin saber se vuelve una loza. A veces respetar el crecimiento de una persona duele y más cuando es familia. Pero se respeta, se da un lugar en la vida, en el corazón, se aceptan las cosas como fueron y como ahora son. Desde aquí elevo mi rezo, mi fuerza, mi luz, mi energía y le digo sí a la vida como es, con las personas como son y cómo están. Amo!! Jai Gurú!!Amor, Paz, Salud para mi, para ti y para todo el mundo.
ॐ AdalCortés ॐ